EL DESAFÍO DE ENTRENAR RUGBY INFANTIL
¿Qué
objetivos debemos plantearnos al entrenar Rugby infantil, como tratar a
los niños, como motivar, como transmitir lo que sabemos? Estas y muchas
otras preguntas surgen en quienes nos hacemos cargo de una división de
RI...Brevemente trataré de acercar algunas respuestas.
Objetivos
En
primer lugar, hablemos de objetivos, y aquí entran en juego dos puntos,
¿qué es lo que queremos para los chicos? y ¿qué es lo que ellos
quieren?...sin lugar a dudas lo que nosotros querremos será formar
buenos jugadores y a la vez buenas personas, pero ellos en cambio tan
solo quieren divertirse, tienen una capacidad distinta a la nuestra,
ellos sonríen, ríen, sueñan, se maravillan por cosas que a nosotros
pueden resultarnos cotidianas, y nosotros no debemos ir en contra de ese
espíritu propio de los chicos, sino que debemos combinar nuestros
objetivos con sus sueños, ¿cómo? haciendo entrenamientos divertidos,
desafiándolos, enseñándoles a esforzarse en un clima de respeto y
valoración mutua, y por sobre todo, escuchándolos, siendo esta última
característica quizás la mayor virtud que debe tener un entrenador, dado
que la experiencia demuestra que mientras nosotros creemos enseñar a
los chicos, ellos inclusive sin saberlo y sin esperar nada a cambio, nos
enseñan cosas de un valor profundo, simplemente siendo ellos.
Trato
Todos
sabemos como tratar a un niño, puesto que todos lo fuimos, pero tratar a
un grupo de niños es distinto, pues cada uno de ellos nos asignará un
papel en su historia, influenciado por sus características personales y
familiares, es así que pueden tomarnos como un amigo, hermano, o padre, y
aún pueden tomarnos como su ejemplo, por lo que debemos ser sumamente
cuidadosos con nuestros gestos y conductas, dado que probablemente ellos
los imitarán. Nuestro trato con ellos debe ser firme pero comprensivo,
ellos deben reconocer en nosotros a un líder, quien genera los tiempos
para que ellos puedan divertirse, aprender y compartir, estableciendo
los límites dentro de los cuales ellos deben comportarse.
No
todos los niños responden de idéntica manera a las órdenes, por lo tanto
cada uno de nosotros deberá tener la habilidad de acercarse a cada uno
de ellos de forma que asuman que lo que nosotros les decimos es lo mejor
para ellos, hay casos de niños con una gran resistencia a obedecer, y
en este caso debemos lograr que el niño crea tener la decisión y
generarle confianza, como paso previo a adentrarse en su historia para
comprenderlo y ayudarlo e ir eliminando gradualmente sus características
rebeldes (sobre este punto abordaremos en una próxima publicación).
Motivación:
He
visto niños y entrenadores irse de sus divisiones por falta de
motivación, por haberse vuelto los entrenos algo monótono, aburrido, por
no sentirse parte del grupo... Esto es algo de excluyente
responsabilidad del entrenador, pues es el encargado de generar un
clímax adecuado en cada entrenamiento, dijimos antes que los chicos
quieren divertirse y soñar, y este debe ser nuestro punto de partida,
sumado a una profunda identidad de grupo, y en esto colabora toda
actividad extra en la que los niños puedan compartir y hacerse amigos y
además establecer un lazo con el entrenador; películas, campamentos,
todo aquello que salga de la rutina resulta conveniente para acrecentar
esta identidad y unión grupal. En una próxima publicación daremos un
ejemplo de entrenamiento simple y un par de tips para generar
entrenamientos divertidos, siendo una clave en este sentido que un buen
entrenamiento es aquel en el cual los jugadores aún quieren seguir
entrenando.
Enseñanza:
Es
difícil enseñar, y más difícil aún es que aprendan, pero tenemos la
ventaja de que los niños están en la mejor etapa en el proceso de
aprendizaje, por lo tanto lo que nosotros enseñemos o no puede ser muy
gravitante en su vida personal y deportiva. Bajo pautas claves como TODAS LAS DESTREZAS PARA TODOS,
debemos encontrar el equilibrio entre lo lúdico, lo motriz y lo técnico
para entregarles a nuestros entrenandos todas las herramientas que
nuestro juego permite utilizar -y por que no valerse también de otros
deportes- de forma de generar un desarrollo completo del jugador.
Para
concluir, cierta vez escuche una frase que me pareció muy acertada,
"los entrenadores somos empleados de las sonrisas de los chicos", cuando
nos ponemos en el rol de "profe" debemos dejar de lado cualquier deuda
personal y de ninguna forma debemos limitar o presionar a nuestros
entrenandos, pues no debemos olvidar que en el RI no se compite, solo se
comparte, hemos de generar en ellos verdaderos caballeros del deporte,
verdaderos campeones, que no solo piensen en ganar dentro de la cancha,
sino que sean campeones en la vida, debemos generar personas
perseverantes, comprometidas, dedicadas, y entregarnos por completo a la
causa que enfrentamos, sabiendo que habrá momentos duros y momentos de
quiebre, pero siempre que generemos sonrisas en el rostro de un niño,
todo nuestro trabajo tiene sentido. Abrazo de try.
Autor: Juan Pablo Varela De La Colina
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